Es indudable que el día de la boda es un día especial para cualquier pareja, se trata de la celebración del final de una etapa y el comienzo de otra mucho más feliz.
Entre todos los preparativos, el menú, la decoración de la iglesia, la búsqueda del sitio dónde se va a celebrar la ceremonia y el banquete posterior, la lista de invitados hay una cosa que destaca entre todas y que ilusiona a muchos, las clases de baile para la danza nupcial (podrás dar clases en Portalo’s ).
Cuando nos casamos queremos sorprender a nuestros invitados en todo. Y hasta sorprenderles con un par de pasos metidos en ritmo, incluso aquellos que nunca hayan bailado y sean más de quedarse en la barra que en la pista de baile.
Las clases de baile Madrid para este tipo de eventos están pensadas para todo tipo de parejas, aquellas más tradicionales y que quieran bailar un vals, aquellas que son más sentimentales y quieran bailar la canción con la que se conocieron.
El baile de la película que les marcó o incluso para aquellas más atrevidas que quieran hacer una coreografía original y dejar con la boca abierta a todos los presentes.
No he bailado en mi vida
Hacer el baile nupcial a veces se convierte en un mal trago para aquellas personas que no hayan bailado mucho a lo largo de su vida. No hay persona arrítmica, sino persona que no ha aprendido a identificar el ritmo.
Igual que un bebé al aprender a andar parece un pato mareado no todos hemos nacido con la capacidad innata de aprender a seguir la música con pasos. Es una habilidad, y como tal se puede practicar y mejorar.
Los profesores están para eso, modulan la dificultad de las coreografías dependiendo de vuestro nivel. En muy poco tiempo y clases, con un par de ensayos y muchas ganas los pasos del baile te saldrán automáticos.
Lo importante en este tipo de baile es que no te dominen los nervios, se trata de la culminación, del punto final a la parte más formal de la ceremonia. Es la representación de lo que va a ser una vida en común a partir de entonces.
Por lo tanto, preocuparos de disfrutar las clases de baile, del tiempo que paséis el uno con el otro y sobre todo de disfrutar los “cinco minutos de fama” en la pista de baile.