Cualquiera que tenga un vehículo, puede estar propenso a quedarse varado en la carretera y es mucho peor si no se puede contactar con un servicio que le pueda asistir. En ocasiones, son contratiempos que pueden resolverse con un poco de ingenio, conocimientos básicos de mecánica y las herramientas apropiadas. Algunas de las averías que son posibles de resolver, al menos provisionalmente, son:
Guaya del acelerador rota: al romperse la guaya se nota que el pedal de acelerar se siente flojo y además no ejerce ninguna acción al presionarlo. Un cordón de zapato podría servirle, amarrando uno de los extremos a la manilla del carburador o del sistema de inyección, con el otro siga la guaya y busque la manera de pasarlo hasta adentro del habitáculo para poder halarlo y así acelerar.
Bomba de gasolina recalentada: cuando la bomba de gasolina se recalienta se hará evidente, si debe subir alguna pendiente y le falla la potencia. Intente empapar un trapo con agua fría o fresca y cubra la bomba, si siente mejoría pero hay un leve golpeteo, repita la misma operación con la bobina.
El coche no arranca: los motivos por los que un vehículo no logra arrancar al girar la llave son varios; sin embargo, hay oportunidades en las que puede deberse a causas muy sencillas. Una de las razones más simple es por los bornes de la batería sucios, en cuyo caso, retire la conexión y límpielos con un cepillo o lija; también podría funcionar si tiene un limón, frótelo y espere unos minutos, luego límpielos con un trapo.
La dirección se endurece demasiado: si la dirección hidráulica se endurece demasiado y no le permite conducir, es posible que haya una fuga en el sistema. Pruebe desmontando la correa que se encarga de mover la bomba de potencia o hidráulica, de esta forma el sistema se convierte en manual y le da la posibilidad de llegar al taller más cercano.
Se enciende el testigo del líquido de frenos sin razón aparente: si se enciende la señal del líquido de frenos y está consciente de que no hay un motivo aparente, igual deténgase en un lugar seguro. A veces se trata del sensor que suele traer en la tapa del depósito de la liga de freno, el cual al pegarse emite la señal errónea de que no hay líquido. Para solucionarlo, debe desconectar los terminales eléctricos, retire la tapa con cuidado, lávela con agua, séquela, instálela y conecte todo de nuevo.
Desafortunadamente no siempre se tiene una solución sencilla. Si los problemas cada vez son más recurrentes y complejos, es mejor decidirse por el “vendo coche desguace”. Al menos, al salir del automóvil a través de este tipo de negocios, podrá recibir una ganancia justa por el vehículo, que puede serle de ayuda para otros propósitos.